El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha arrancado el curso político con un cambio de público. No lo ha hecho ante los grandes empresarios del IBEX-35, como ha hecho en anteriores ocasiones, sino que ha apostado por rodearse de ciudadanos y escuchar sus inquietudes para reivindicar la "política útil", frente a los "poderes económicos ocultos" que toman decisiones con sus propios intereses.

Sánchez ha contrapuesto estos modelos en un cambio de discurso que lleva prodigando desde junio, tras el varapalo socialista en las elecciones en Andalucía, donde ha criticado a los "poderes ocultos" que representan los intereses económicos de las grandes empresas y ha subrayado la necesitar de gobernar para la mayoría.

Cinco ciudadanos han compartido sus inquietudes ante el público reunido en los jardines del Palacio de La Moncloa: la ecología, la precariedad de las empleadas domésticas, la obesidad infantil, la igualdad y, además, la subida de los precios y la situación de la pensiones.

El Gobierno ha apostado por dar voz a la ciudadanía para, también, reivindicar los logros obtenidos por el Ejecutivo de cara a la larga precampaña que arranca este septiembre y que culminará, tras las autonómicas y municipales de mayo, en elecciones generales a final de 2023. Sánchez ha loado la gestión de la pandemia, de los efectos de la guerra de Ucrania y también todos los derechos en los que se ha avanzado durante la legislatura. Si bien en ocasiones el discurso parecía pecar de autocrítica, el presidente Sánchez ha asegurado no poner "paños calientes" ante el complejo contexto de "incertidumbre", pero también ha recriminado a los "profetas de la catástrofe" su discurso del miedo.

"Como país, claro que tenemos razones para la incertidumbre y para la inquietud. Pero también lo que no podemos hacer es caer en el miedo y la desconfianza", ha censurado Sánchez.

El principal partido de la oposición ha estado muy presente a pesar de no haberlo mencionado por su nombre. El presidente no solo ha contrapuesto los modelos de gestión de la crisis financiera con la de la pandemia y la de la guerra de Ucrania, sino que ha pedido hacer frente a "profecías que aspiran a autocumplirse".

"Es muy importante ahora reivindicar la política útil", ha aseverado el presidente, frente a la idea de que "se elige a quien gobierna pero no a quien manda". Así, ha enumerado numerosos de los logros del Ejecutivo, desde la excepción ibérica y los fondos europeos hasta la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) -que se ha comprometido a subir el próximo año hasta el 60% del sueldo medio-, y ha anunciado otras medidas, como la aprobación en el Consejo de Ministros de este martes del subsidio para las empleadas del hogar.

Los ciudadanos marcan las prioridades a Sánchez

Almudena, Naiara, Inés, Rafael y Mireia han hablado reclamado al presidente medidas y acción política en ámbitos que coinciden con los ejes estratégicos del Gobierno, por lo que el acto ha sido fácil para Sánchez. El presidente ha podido reivindicar la aprobación de la norma que dará un subsidio por desempleo a las empleadas del hogar, como Almudena; la reforma de las pensiones para jubilados como Inés; ha compartido la preocupación por la obesidad infantil con el profesor de Educación Física Rafael y por el cambio climático y la Igualdad con Naiara y Mireia.

"Gobernar es elegir", ha asegurado Sánchez. "Elegir tiene un coste elevado cuando no se toman esas decisiones o no gustan en las altas esferas. Elegir también implica que nos situemos del lado de la clase media trabajadora, de ese 95% de nuestra sociedad, y defender el interés general frente a intereses minoritarios", ha subrayado.

La Moncloa refuerza el discurso del gestionar "para la gente" para oponerlo al del presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, a quien acusan de valedor de esos "poderes ocultos" que toman las verdaderas decisiones. Mañana se enfrentarán cara a cara en el Senado para hablar de energía, en el primer debate electoral de esta larga precampaña.