El próximo lunes se cumplen diez años del ‘Tamayazo’. Había un pacto para que el socialista Rafael Simancas gobernara Madrid pero salta por los aires gracias a la espantada de dos diputados: Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez.

Una década después, ella ha roto su silencio para decir que fue engañada. Que le dijeron que sólo se trataba de darle un toque a Simancas para que cediera más poder a los llamados "renovadores por la base" y, sobre todo, que no se llevó un euro.

Porque a Tamayo le van bien los negocios en Venezuela y en Guinea. A Balbás, el supuesto ideólogo de la revuelta, ya tenía una importante red de empresas, pero Sáez sigue siendo enfermera en el Hospital 12 de octubre.

Dice que una diputada del PP le confesó la verdad."Tamayo cobró mucho dinero. Es increíble que dejaras pasar tanto tiempo para reclamar tu situación",  asegura María Teresa Sáez que le confirmó la diputada popular Carmen Rodriguez Flores.

No fue nada improvisado. Eso se desprende de los esquemas de puño y letra de Tamayo, publicados por ‘Infolibre’. Una compleja maraña en la que figuran los nombres clave de la trama: como el del popular Ricardo Romero de Tejada, al que Aguirre hizo consejero de Cajamadrid.

Nuevas dudas en un asunto que nunca pareció del todo claro. Cuando amaneció aquel 10 de junio Esperanza Aguirre era la jefa de la oposición. El resto ya, es historia.