Una vez más, Rodrigo Rato frente al juez. Declaración fugaz de menos de una hora en la que solo ha contestado a su abogado. Investigado por un presunto delito de blanqueo de capitales, en concreto ocho millones de euros a través de sociedades en Irlanda y Suiza.

Rato ha negado el origen ilícito de este patrimonio: "Todos esos dineros eran míos, perfectamente explicados". Asegura no haber cometido ningún delito y cree que se trata de una caza de burjas de la fiscalía contra él: "Me siento ante una investigación prospectiva, que pese a estar prohibida, se me está practicando".

Dice, no entiende por qué se le lleva por la vía penal y no administrativa por el cobro a través de sociedades profesionales e incluso se compara con otros casos: "Desde el presidente del Gobierno hasta un ministro de Cultura que ha dimitido han sido sancionados por la hacienda pública".

Esta declaración se produce 16 meses después de la denuncia de la UCO. El que fuera exvicepresidente del Gobierno utilizaba presuntamente las famosas sociedades Vivaway y Kradonara para repatriar el dinero a España. Por esta causa la Fiscalía pide cinco años de cárcel.