La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha pedido explicaciones al Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general Miguel Ángel Vilarroya, por el hecho de que se le haya administrado la vacuna frente al COVID-19 tanto a él como a otros mandos del Estado Mayor de la Defensa (EMAD).

Así lo ha afirmado a raíz de la información confirmada por Efe de que tanto el general Villarroya como otros generales del EMAD ya han recibido la primera dosis de la vacuna, un hecho que este organismo justifica en que eran los siguientes, por edad, siguiendo el plan de vacunación establecido por la Subsecretaría de Defensa.

"El Ministerio de Defensa tiene un plan de vacunaciones coordinado con el Ministerio de Sanidad", ha informado Robles, que ha añadido que a lo largo del día Villarroya le hará llegar dicho informe sobre las vacunaciones en el EMAD.

"En función a lo que diga el informe, veremos", ha asegurado para defender acto seguido que "el EMAD trabaja siempre con muchísimo rigor coordinando las operaciones".

No hay vacunados en Defensa

Robles ha indicado que en el Ministerio de Defensa "no se ha vacunado a nadie" porque se siguen los mismos criterios que para los civiles, y que las vacunas de los hospitales militares de Madrid y Zaragoza se administran de acuerdo a los planes de sendas comunidades autónomas.

En el caso del Hospital Gómez Ulla de Madrid, ha indicado que ayer se paró la vacunación, lo que le "preocupa", mientras que en el centro sanitario de la capital aragonesa marcha a buen ritmo.

En el caso de las vacunaciones en el EMAD, Roles ha indicado que ella no ha tomado las decisiones de a qué grupo se les administran primero, porque desconoce "cómo se estaba desarrollando ese plan de vacunación".

El EMAD es el órgano que se encarga de las operaciones de las Fuerzas Armadas, tanto las misiones en el exterior como las que se desarrollan en España de manera permanente.

Según fuentes del EMAD consultadas por Efe, efectivamente se le ha administrado la primera dosis al JEMAD, así como al general de división Francisco Braco, encargado de coordinar todas las misiones como comandante del Mando de Operaciones, y al Jefe del Estado Mayor Conjunto, Fernando García González-Valerio.

Las fuentes oficiales han justificado este hecho en que eran a los que, por edad, les correspondía la vacuna, una vez que ya se le había administrado a los sanitarios militares, en primer lugar, y a los militares que se iban a ir a una misión, en segundo.

El proceso de vacunación de las Fuerzas Armadas, detallan, es independiente del que se sigue en el resto de la sociedad. En el caso del EMAD, el tercer grupo en recibirlas son sus efectivos, tanto militares como civiles, que participan, dirigen, coordinan o planifican las operaciones.

Dentro de este grupo, justifica el EMAD, se reparten primero teniendo en cuenta principalmente la edad, razón por la que se han administrado a los generales, que suelen ser mayores, pero también a otros militares y civiles de otros rangos, incluyendo a personal de tropa, la escala más baja. Aparte de la edad, añade, se ha tenido en cuenta también que las vacunas se repartan entre todas las escalas y los distintos organismos dentro de los que trabajan en las operaciones militares.