Dijo que colaboraría con la justicia, pero no ha pisado el juzgado. Rita Barberá ha enviado una declaración escrita al juez instructor del caso Taula en la que admite que realizó un donativo de 1.000 euros para financiar la campaña de las municipales de 2015, pero niega un supuesto blanqueo.

"En ningún momento se me devolvió dicha cantidad, es absolutamente falso lo dicho en torno a los dos billetes de 500 euros", ha escrito Barberá en la carta. Desmiente el pitufeo y desvía cualquier responsabilidad al comité de campaña. "En dicho organismo no se integra la declarante, porque es la candidata, con una única misión, la de captar votos", ha destacado.

En los once folios de su escrito, Barberá señala directamente al exvicealcalde, Alfonso Grau. Acusarla de blanqueo podría ser, dice, una maniobra de venganza de Grau por dejar fuera de las listas electorales a su esposa. "La relación con el vicealcalde se interrumpió a partir de la baja en la lista electoral de un familiar directo", ha escrito.

Y va más lejos ya que dice que los cuatro asesores que se negaron a hacer las donaciones formaban parte del equipo de Grau y no del suyo. Aunque Nuria Diego, por ejemplo, era asesora de Alcaldía y trabajaba directametne para ella y no para su número dos.

Barberá termina su alegato insistiendo en su inocencia: "Nada se le puede reprochar a la declarante por no sabemos qué negligencia", por lo que si hubo delito, dice, se urdió a sus espaldas.