Los reyes Felipe y Letizia comenzaron la segunda jornada de su viaje de Estado a Cuba con una visita al lugar donde nació La Habana, a tres días de que se conmemoren los 500 años de la ciudad que fundaron los colonos españoles.

De la mano del director de la Oficina del Historiador de La Habana y artífice desde hace décadas de la rehabilitación de su patrimonio arquitectónico, Eusebio Leal, don Felipe y doña Letizia regresaron al casco histórico después del paseo que protagonizaron ayer, martes, por algunas de las calles del centro, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1982.

Felipe VI, de nuevo con guayabera, esta vez blanca, y la reina, con un vestido del mismo color, iniciaron el recorrido en el Templete, el punto donde en 1519 se celebró el primer cabildo y la misa fundacional junto a una ceiba.

Según la tradición, cientos de personas acuden cada 16 de noviembre a la pequeña construcción de estilo neoclásica, construida en 1828 por Fernando VII, para dar tres vueltas alrededor de la ceiba, tirar unas monedas al aire y pedir un deseo.

Los reyes no hicieron este ritual, pero ante la sombra de la ceiba escucharon con atención las explicaciones de Leal sobre el simbolismo del lugar.

En el acto también estuvieron el ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, el presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo, y el alcalde de La Habana, Reinaldo García Zapata.