El rey Juan Carlos está enfadado y no se molesta en disimularlo. Aunque siempre ha sido exquisito en sus formas, en los últimos actos se muestra más irascible que antes. En una ocasión, el motivo fue porque su asistente no le acercó la silla y en otra por no recoger su muleta para posar en la foto.
El rey, irritado por el mal servicio de sus ayudantes personales