El Rey ha bromeado sobre su salud al recibir, apoyado en una muleta que sujetaba con la mano izquierda, al presidente colombiano, Juan Manuel Santos. "Aquí me tienes, un poco tullido, pero bien", ha comentado sonriente el monarca a Santos mientras le daba la bienvenida con un efusivo abrazo.

Lo cierto es que los médicos han recomendado al monarca que "baje el ritmo" una vez terminada la Cumbre Iberoamericana y aplace todo lo que no sea imprescindible. Lo primero, un viaje a París para reunirse con Francoise Hollande

El Rey se rompió una cadera en una polémica cacería de elefantes en Botswana. Ese fue el punto de inflexión. A partir de ahí, Don Juan Carlos puso el turbo. Un lavado de imagen que le ha llevado a recorrer más de 70.000 kilómetros defendiendo a España. Un año muy intenso, según fuentes de Zarzuela, cargado, sobre todo de viajes en clave económica.

Con una salud mucho más robusta, la que tenía hace 22 años, comenzó el Rey a asistir a las cumbres iberoamericanas. Desde entonces ha hecho lo que no ha hecho nadie, ir a todas las que se han celebrado.

Don Juan Carlos asistirá junto al resto de participantes en la Cumbre Iberoamericana a una visita al Oratorio de San Felipe Neri, sede de las Cortes Constituyentes de 1812, donde estará acompañado por la reina y los príncipes de Asturias.