tensa legislatura
Revuelo político tras la mano tendida de Sánchez a Junts a la espera de la respuesta oficial de los de Puigdemont
El contexto La mano tendida de Sánchez a Junts ha desatado una oleada de reacciones: cautela y silencio en el partido de Puigdemont, escepticismo en Esquerra y advertencias entre los socios del Gobierno sobre el riesgo que afronta la legislatura.

Resumen IA supervisado
Las reacciones a la mano tendida de Sánchez a Junts han sido inmediatas, tras la ruptura anunciada por Carles Puigdemont. Sánchez, en dos entrevistas, buscó rebajar la tensión y reconducir la relación con Junts, admitiendo por primera vez los incumplimientos del Gobierno y la gravedad de la crisis. Junts, sin embargo, mantiene reservas y su respuesta oficial se conocerá mañana. Por su parte, Esquerra, a través de Gabriel Rufián, duda de que esta maniobra beneficie a Sánchez, mientras que otros socios del Gobierno temen que nuevas concesiones a Junts puedan comprometer la mayoría progresista y la estabilidad de la legislatura.
* Resumen supervisado por periodistas.
Las reacciones no se han hecho esperar tras la mano tendida de Sánchez a Junts, un gesto que llega después de que Carles Puigdemont anunciara la ruptura.
En dos entrevistas consecutivas, el presidente repitió casi al milímetro el mensaje diseñado para rebajar la tensión y reconducir la relación con el grupo de Puigdemont. Sobre todo, para asumir —por primera vez— aquello que hasta ahora el Gobierno evitaba admitir: "Asumo los incumplimientos. No niego la gravedad de la crisis que tenemos con Junt", señalando que se toma muy en serio el desafío planteado por los independentistas.
La respuesta oficial de Junts no llegará hasta mañana. Hasta entonces, el partido mantiene todas sus reservas. En privado reconocen que los movimientos de Sánchez "llegan tarde, aunque en público hoy ha predominado el hermetismo absoluto.
Habrá que esperar, por tanto, para saber si Junts está dispuesto a seguir sosteniendo una legislatura que, a ojos de Feijóo, está ya completamente agotada.
Mientras tanto, Esquerra no cree que la maniobra vaya a beneficiar al presidente. Gabriel Rufián lo dejaba claro en su cuenta de X: "Junts rompe con el PSOE por motivos empresariales e ideológicos. Y eso no lo va a cambiar ni leyes ni buenas palabras".
Advertencias similares llegan de otros socios del Gobierno, que temen que nuevas concesiones a Junts puedan resultar "peligrosas". Gerardo Pisarello alertaba de que el equilibrio de la mayoría progresista podría quedar en entredicho si la negociación se desplaza demasiado hacia las demandas de Puigdemont.
Y en ese escenario, Sánchez volvería a enfrentarse al riesgo de ver comprometida la mayoría que hizo posible su investidura.
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