Los vecinos de Santiago de Compostela ven desde hace meses la fachada de la Ciudad de la Cultura, llena de andamios y a la gente no le gusta ver los monumentos con impedimentos.
El origen de las obras son unas losas. Un fallo en la construcción está provocando que se desprendan de la fachada y ahora su reparación pasa por comprobar una por una que queden bien sujetas al edificio.
En total 70.000 piezas a revisar, de las 85.000 que componen todo el mosaico. Desde la Xunta de Galicia aseguran que las obras no suponen ningún coste para los ciudadanos porque están en garantía.
"Nos encontramos con una ejecución deficiente de la obra y eso no le puede costar dinero a la administración pública", he explicado Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia.
El alcalde de la ciudad explica incluso la desafección de algunos gallegos con el centro: "para la construcción se desviaron fondos públicos y con esto llueve sobre mojado". Un complejo arquitectónico que cinco años después de su inauguración, sigue apuntalado por un esqueleto de hierro.