La recaudación por IRPF asignada a la Iglesia católica bajó a los 256 millones de euros en 2018, lo que supone un 3,3 % menos que el año anterior, de acuerdo con los datos del informe anual de recaudaciónpublicado por la Agencia Tributaria (AEAT).

Se trata de una cifra contabilizada por la AEAT en términos de caja que incluye la liquidación definitiva de la declaración de la renta de 2016, así como los pagos a cuenta del ejercicio 2018. En la declaración del IRPF los contribuyentes pueden destinar un 0,7 % de su cuota íntegra al sostenimiento de la Iglesia católica, a actividades consideradas de interés social o a ambas.

La regulación actual data de los Presupuestos Generales del Estado de 2007, en los que el porcentaje de asignación pasó del 0,5239 % al 0,7 % con carácter indefinido y la Iglesia católica empezó a percibir exclusivamente lo derivado de las declaraciones de los contribuyentes, mientras que en el sistema previo establecía un pago mínimo.

Entre 2007 y 2017 el porcentaje de declaraciones con asignación a la Iglesia católica ha descendido del 21,7 al 12 %, mientras que las marcadas con asignación a la Iglesia y a fines sociales han aumentado del 12,7 al 21,6 %. Las que solo marcan la asignación a fines sociales han bajado del 34,1 al 33,1 %, mientras que las que no marcan nada han pasado del 31,5 al 33,3 % del total.