Rodrigo Rato, el autor del milagro económico español, tenía empresas opacas en el extranjero mientras que en España perseguía a los defraudadores.
El propio Rato confesó a la Guardia Civil que "a finales de los 90" acumulaba participaciones en el exterior, mientras era vicepresidente del Gobierno.
Durante la declaración, al también exministro de Economía, le preguntaron por una sospechosa transferencia en 1998. Se trata de un traspaso realizado a nombre de su secretaria personal, Teresa Arellano, con destino a las Islas Caimán.
Rato ya admitió que, tras acogerse a la amnistía fiscal, transfirió todos sus activos a ‘Vivaway’, la sociedad que tiene en Reino Unido. Se trata de una versión que se contradice con lo que declaró ante el juez solo días después. "Todos los bienes que he tenido en el extranjero tienen origen familliar", explicaba el exvicepresidente del Gobierno.
El expresidente de Bankia aseguró que se acogió a la amnistía fiscal porque quería repatriar todos sus bienes.