24 horas después del encuentro entre Rajoy y Rivera, el PP modera su optimismo. La presidenta madrileña Cristina Cifuentes ve un cambio de actitud en Ciudadanos y espera ver también ese cambio entre los socialistas. "Espero que reflexionen y que actúen pensando en el bien de los españoles".

Pero otros dirigentes del PP no lo ven tan claro y achacan el bloqueo al infantilismo de PSOE y Ciudadanos. "Tenemos un problema de líderes políticos que no tienen la madurez necesaria", señala Alberto Núñez Feijóo.

Con la aritmética en contra, Rajoy se sigue resistiendo a poner una fecha a la investidura.

La opción más optimista sitúa el debate la penúltima semana del mes, a tiempo para remitir los presupuestos al Congreso el 30 de septiembre. Si la investidura fuera fallida, las elecciones serían el 18 de diciembre.

Complicado también hacerlo una semana después. Si la investidura fuera el 2 de septiembre habría que acelerar los plazos para jurar el cargo y designar gobierno porque Rajoy viaja el día 3 a la cumbre del G-20 en China.

El presidente, según fuentes del PP, no desvelará ninguna fecha hasta que tenga garantías de éxito.