Mariano Rajoy sospechaba que en su despacho del Congreso había micrófonos y que le estaban espiando, por lo que pidió ayuda a Villarejo para que hiciera "un barrido". Así se desprende de una de las grabaciones del excomisario, recogida en el sumario de la 'Operación Kitchen'.
El excomisario grabó una de sus charlas con José Luis Olivera, exdirector del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen, y el empresario Adrián de la Joya. En ella, les habló de las sospechas de Rajoy y de su trabajo para el que fuera presidente del Gobierno.
"Rajoy tenía serias dudas de que le estaban grabando en su despacho del Congreso y pidió ayuda para que se hiciera un barrido porque no se fiaba de nadie. Y el que le ayudó se llama Villarejo", se escucha en esta conversación.
En este trabajo del expolicía también habría participado la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría. Según Villarejo, esta introdujo "los aparatos" en la cámara baja para hacer el barrido en el despacho del exlíder del PP.
Lo tengo todo documentado. Decían que Rubalcaba le estaba pinchando los canutos"
"El que le hizo el barrido fue Villarejo, pero los aparatos los metió dentro una señora que es vicepresidenta del Gobierno", apuntó Olivera, refiriéndose a Saénz de Santamaría.
Y es que, según la versión de Villarejo, los exdirigentes del PP pensaban que Alfredo Pérez Rubalcaba les estaba espiando. "Lo tengo todo documentado. Decían que Rubalcaba le estaba pinchando los canutos", sentenció.