Si para el ministro de Interior resulta llamativo que tanta iniciativa judicial contra el PP surja, precisamente ahora, a Rajoy sencillamente no le sorprende porque "el ministro vio unos hechos objetivos y no son opinables".

Con ese razonamiento, y tras reconocer que "la corrupción es absolutamente letal". El presidente en funciones le pide a los suyos calma para evitar que acaben pagando justos por pecadores.

Pero esa enésima llamada al partido para que no se dejar llevar por la histeria ante la corrupción, llega después de sonados reproches, cada vez más habituales y contundentes. Casado, Levy, Damborenea… todos han asegurado que están "hasta las narices".

Rajoy  asegura que en el PP no pueden juzgar sin pruebas y en sólo 24 horas a todo militante sospechosos, porque luego pasa lo que pasa: "Archivado, absuelto, archivado… ". Pero el de Rita Barberá no es un caso más, y el presidente se justifica ante quienes le presionan para que le exija su acta de senadora. Precisamente, Rajoy comienza a tener alguna pista más sobre el futuro más inmediato de la exalcaldesa.