Ha sido muy difícil pero la medida es imprescindible. Así justifica Rajoy el incumplimiento de su última promesa electoral, en una entrevista al diario ‘La Razón’.

Asegura que no ha actuado por mandato de Bruselas, dice, sino porque “la realidad se lo impone”. Una realidad que parece no haber visto antes de ser elegido presidente, y tampoco antes de los comicios electorales en País Vasco y Cataluña.

En un contexto de recesión y con unas cifras de paro que superan el 25%, el presidente del Gobierno, asegura que tampoco ha querido subir nunca el IVA, ni mucho menos acometer la reforma laboral, pero que no ha tenido más remedio que hacerlo.

Rajoy reconoce también que será difícil reducir 2,6 puntos un déficit de 8,9. Su único objetivo, dice, es hacer bien las cosas y esperar a ver qué pasa.

A pesar de las duras cargas policiales en muchas de las protestas en contra de sus medidas de austeridad, Rajoy reconoce en esta entrevista  que "respeta" a los que protestan, pero tienen que entender que “no hay otra alternativa”.

Consciente de su soledad al frente del Gobierno, evita hacer promesas que no sabe si podrá cumplir, aunque afirma que "si existe margen para hacerlo" intentará compensar “la subida de impuestos y  los ajustes sufridos por los funcionarios".

Pero de momento, para el presidente del Gobierno la situación es la que es, y a pesar de ser dramática, considera que no es necesario pedir el rescate a Europa. El día que entienda que “es bueno para el interés general”, sólo entonces, recurrirá al BCE.