El presidente electo, Quim Torra, ha llegado al Palau de la Generalitat para tomar posesión como nuevo jefe del Gobierno catalán, en un acto que se enmarca "en la estricta legalidad catalana", según ha explicado la Generalitat.

El acto ha tenido lugar de manera excepcional en el Salón Verge de Montserrat del Palau de la Generalitat y no en el Salón de Sant Jordi, como era habitual en este tipo de ceremonias.

Ha sido un acto breve, discreto, sin parlamentos y sin apenas invitados, en el que sí ha estado presente el presidente del Parlament, Roger Torrent.

Según explica la Generalitat, el acto se ha enmarcado "en la estricta legalidad catalana" y en él ha tomado primero la palabra el secretario de Govern, Víctor Cullell, que ha leído el decreto de nombramiento, antes de que Torra haya pronunciado la fórmula para prometer el cargo.

El Gobierno central no ha estado presente en la toma de posesión, porque "desde la Generalitat se le ha intentado imponer el nivel de la delegación gubernamental, cosa que no ha aceptado", según fuentes del Ejecutivo.

Asimismo, el Gobierno considera que "el modelo de acto organizado por la Generalitat degrada la propia dignidad de la institución".