"Hola, soy yo y te quiero mucho, papi", "te quiero y mola mucho", puede leerse en letra infantil en una cuartilla salpicada de corazones y colocado sobre el protector de escritorio de piel que corresponde al presidente del Gobierno.
"Esta mañana, en la mesa del Consejo de Ministros, me he encontrado una sorpresa... ¡Os quiero!" ha escrito Sánchez como pie de foto, añadiendo como etiquetas palabras como "detalles", "cariño", "sorpresa", "orgullo de padre" y "CMin", éste último una etiqueta habitual en las redes sociales para asuntos relativos al Consejo de Ministros.
Todo ello al término de una semana en la que el Gobierno ha tenido que afrontar la dimisión de la ministra responsable de varias de sus medidas 'estrella', rectificar una decisión de venta de armas a Arabia Saudí y responder a las sospechas animadas por la oposición sobre la tesis doctoral del propio Sánchez. De hecho, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz ha tenido que responder a preguntas sobre el ánimo del Gobierno.
La difusión de fotografías o vídeos que mostraban una vertiente más humana y menos institucional de Sánchez ya fue motivo de crítica durante los primeros días de Gobierno socialista y llegó a motivar la presentación de preguntas parlamentarias en tono de mofa por parte del PP.