El Senado ha aprobado por unanimidad una reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) para eliminar el "voto rogado"; un supuesto que fue impulsado en el 2011 por el PSOE, pero que ahora el mismo partido cataloga como “error”. Es por ello por lo que en febrero del año pasado PSOE y Unidas Podemos presentaron la iniciativa para corregirlo.

Este cambio en la ley cierra las discusiones que había al respecto por parte de otros partidos como JxCAT, ERC o la Agrupación Socialista Gomera (ASG), que tenían 22 enmiendas vivas. Pero a pesar de que consideran que aún hay espacio para mejorar como incluir el voto electrónico o el delegado, han votado a favor de la reforma que en los próximos días se publicará en el BOE.

Qué es el voto rogado

El voto rogado implicaba que todos aquellos españoles residentes en el extranjero tuvieran que manifestar expresamente su voluntad de ejercer el voto; una traba en el camino que dificultaba el proceso electoral. Este paso extra al votar tuvo el efecto negativo de que la participación electoral de los emigrantes cayera en picado.

Para votar, los emigrantes tenían que registrarse en el Censo de Españoles Residentes Ausentes (CERA), en el que, a fecha del pasado 1 de agosto, figuraban 2.277.179 ciudadanos. Pero este era solo el primer paso, luego había que ponerse en contacto con la Oficina del Censo Electoral a la que pertenecían (por fax, correo o vía telemática) y solicitar (rogar) su voto adjuntando copia de DNI o pasaporte. Esto tenía que hacerse "no más tarde del vigésimo quinto día posterior a la convocatoria".

Por qué se ha eliminado

En principio se ha eliminado para evitar los posibles errores al momento de recopilación de ruegos, votos y en el envío de los mismos, así como para aumentar el preocupante descenso en la participación electoral.

Los plazos demasiado breves para dar la documentación, el vivir lejos de los consulados o centros de votación, errores en las direcciones o tener que, en algunos casos, pagar los correos certificados —imprescindibles para enviar el voto— no incentivaban a la votación de los españoles emigrantes. De hecho, en las últimas elecciones locales y autonómicas de 2019 solo se entregaron 64.140 votos procedentes del exterior, lo cual representó apenas un 3% del total de inscritos en el CERA, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Cómo afectará a las próximas elecciones

Ahora el proceso será mucho más fácil tras la eliminación de estos obstáculos. En primer lugar, ya no hará falta rogar el voto, sino que al estar inscritos en el CERA los españoles automáticamente podrán votar. Además, la propia administración remitirá la documentación y así podrán descargar e imprimir sus papeletas de forma telemática.

En segundo lugar, se ampliarán los plazos para depositar el voto (de 3 a 7 días las jornadas para votar en urna) y para el escrutinio (dos días) porque se protegerá el envío de los votos emitidos en el extranjero enviándolos a España por valija diplomática, por lo que quieren asegurar que de tiempo a que lleguen.

También se ampliarán los centros para votación en urna, no sólo en las embajadas sino en todos los consulados y los centros oficiales que se habiliten. Así como también se actualizará el CERA cada cinco años para mantener los datos de los expatriados españoles lo más actualizados posible.

La reforma ha sido catalogada por el Ministerio de la Presidencia, relaciones con las Cortes y Memoria Democrática como "un hito más en la consagración de España como una de las democracias más consolidadas del mundo" y han opinado que "antes todo eran dificultades y ahora todo van a ser facilidades"

Pedro Sánchez, a su vez, ha opinado que esta reforma hace "mejor" la democracia y era cuestión de "justicia" que los votos de los españoles en el extranjero también impactaran en las instituciones.