El jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz, líderes del PSOE y de Sumar, respectivamente, han sellado este martes un acuerdo para gobernar en coalición durante la presente legislatura y han acaparado los titulares varias propuestas como la discutida reducción de jornada laboral, pero otro de los temas que ha generado debate la medida relacionada con los vuelos domésticos

El acuerdo programático para formar un nuevo Gobierno incluye el compromiso de impulsar la reducción de los vuelos domésticos en las rutas donde existan alternativas ferroviarias de menos de dos horas y media, salvo en los casos de conexión con aeropuertos que enlacen con rutas internacionales. La propuesta establece, además, que la prohibición no afectará a las conexiones a través de los grandes "hub" (centro de distribución del tráfico aéreo).

En España hay varios vuelos diarios entre Alicante, Barcelona, Málaga, Sevilla, Valencia y Madrid, todos ellos con una ruta alternativa de tren de alta velocidad que ronda las dos horas y media. Sin embargo, ninguno de ellos conecta directamente con el aeropuerto de Barajas, 'hub' desde el que parten la mayoría de vuelos internacionales, aunque existe un proyecto que fecha la entrada de la alta velocidad en el aeropuerto en los próximos años.

Por tanto, esta medida no supondría la eliminación de rutas entre Barcelona o Bilbao y Madrid para conectar con destinos de larga distancia, como Estados Unidos o América Latina, y optaran por conectar desde "hubs" europeos como París o Fráncfort.

La medida en Francia

En otros países como Francia ya se han prohibido los vuelos que recorren distancias inferiores a 400 kilómetros o que tienen una alternativa ferroviaria de dos horas y media, lo que ha tenido efecto inmediato en los enlaces aéreos entre Nantes, Burdeos, Lyon y París-Orly.

Críticas a la medida

En España, el presidente de la Asociación de Líneas Aérea (ALA), Javier Gándara, explicó la pasada semana que, desde que se liberalizó el mercado ferroviario se ha visto un trasvase del avión al tren, "algo razonable", y confía en la libertad de decisión del cliente para determinar la evolución de este cambio de modelo.

Sin embargo, considera que el tren debería ser un medio "complementario", no único, y que irá ganando popularidad entre aquellos que tienen como destino final las ciudades a las que llega el tren.

Sin embargo, estima que en torno al 10% de los pasajeros que utilizan las conexiones entre Madrid y las otras cinco grandes capitales españolas son pasajeros en conexión. Estos, de tener que usar el tren, verían ralentizado su proceso de viaje (dos controles, facturación de la maleta, etc.).