Cada año, el 11 de septiembre, Cataluña celebra su gran día, la Diada, la Fiesta Nacional de Cataluña, el día que conmemora una rendición histórica y que, a su vez y bajo el manto independentista, sirve para reivindicar la emancipación del territorio.

La Diada conmemora la rendición de la ciudad de Barcelona ante las tropas del duque de Berwick durante la Guerra de Sucesión española, que tuvo lugar entre 1701 y 1713, pero que en Cataluña se extendió hasta 1714 porque el territorio resistió a la llegada de la Casa de Borbón al trono español.

Hasta 1886, esta fecha cayó en el olvido y, cuando por fin volvió a la memoria popular, la celebración consistió en una misa en la parroquia de Santa María del Mar para homenajear a muchos de los defensores de la ciudad condal y que, de hecho, estaban enterrados en el cementerio del templo. Y, con esta primera celebración, llegó el primer conflicto: las autoridades prohibieron el sermón, que iba a ser en catalán. La izquierda, por su parte, consideró la celebración reaccionaria y no quiso participar de ella.

Dos años después de estos incidentes, se erigió una estatua en honor a Rafael Casanova, uno de los líderes locales de la batalla de 1714. Desde entonces, una ofrenda floral tenía lugar cada año, pero sólo algunos cientos acudían a la cita. Fue Miguel Primo de Rivera quien hizo popular la ofrenda floral, en contra de sus intenciones. Y es que fue precisamente la prohibición del acto por parte del dictador lo que le dio popularidad.

La que empezó siendo una fiesta catalanista, religiosa y conservadora, pasó a ser una celebración nacionalista con la llegada de la Segunda República, en 1931. En 1934, Lluis Companys, entonces presidente de la Generalitat y líder de ERC, proclamó el "Estado catalán de la República Federal española". Horas después, fue apresado.

Companys fue fusilado en 1940 tras ser sometido a un consejo de guerra durante la dictadura de Francisco Franco, una época en la que la Diada también estuvo prohibida. Tras la muerte del dictador, se consensuó que el Día Nacional de Cataluña celebrase una derrota ante el rey de España, pero durante años fue escenario de escaramuzas entre 'moderados' e independentistas catalanes.

Aunque durante años no hubo una ruptura total con el resto de España ni con los orígenes sociales de la fiesta hasta que en 2012, CiU dio a la Diada un carácter secesionista, sustituyendo la bandera catalana por la independentista.