Con Ucrania no hubo dudas

Lo que el PP de Madrid permitió con Ucrania y se veta con Gaza: el contraste en la solidaridad de la región

La otra cara En 2022, el Gobierno de Ayuso promovió campañas en colegios, banderas y escolarizaciones exprés para los refugiados ucranianos sin objeciones. Hoy, ante la tragedia en Gaza, esos mismos gestos se frenan y politizan.

Campaña de la Comunidad de Madrid en junio de 2022 para ayudar a Ucrania
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Hubo un tiempo en el que en Madrid no había dudas. En marzo de 2022, con la invasión rusa recién estallada, la Comunidad de Madrid se volcó con Ucrania. Desde el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso hasta los colegios públicos y concertados, pasando por los ayuntamientos, las asociaciones de padres y madres y hasta los niños. Todo era unanimidad: solidaridad sin matices.

El entonces consejero de Educación, Enrique Ossorio, recorría centros escolares para animar a participar en la campaña de recogida de alimentos. "Van a participar 1.580 colegios", celebraba.

No se trataba solo de números. En el IES Julio Caro Baroja, en Fuenlabrada, una alumna escribía: "Nadie está preparado para vivir una situación como esta. No me puedo imaginar por todo lo que tienen que estar pasando". No hablaba de geopolítica ni de bandos, sino de empatía.

La comunidad educativa respondía con cartas, con convoyes solidarios, con debates en las aulas en torno a la guerra. Las banderas de Ucrania se colgaban en los colegios con naturalidad. Se escolarizaba a los primeros niños refugiados a toda velocidad. El 12 de marzo de 2022, Ossorio confirmaba que ya había 68 alumnos ucranianos integrados en el sistema madrileño.

El alcalde José Luis Martínez-Almeida se emocionaba leyendo la carta de una niña madrileña: "Esto es Madrid, y estos son los niños de Madrid que están con ustedes", proclamaba henchido de orgullo ante representantes de la Embajada de Ucrania

Ese era Madrid. Solidario, rápido, volcado. Nadie discutía si en los colegios había que hablar de la guerra o mostrar apoyo. Nadie cuestionaba si era apropiado o no.

Hoy, con Gaza arrasada y más de 19.000 niños palestinos muertos según cifras de las autoridades locales, el debate es otro. Donde antes hubo consenso, ahora hay bloqueo. Lo que fue evidente con Ucrania, se convierte en polémica con Palestina.

La pregunta que queda es sencilla: ¿por qué lo que fue Madrid para Ucrania no lo puede ser para Gaza?

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