La conocida como 'operación Kitchen' nace tras el hallazgo de un pendrive en la casa del excomisario José Manuel Villarejo que contenía información acerca de un dispositivo policial cuyo objetivo era localizar documentos relacionados con Luis Bárcenas, extesorero del Partido Popular.

El espionaje a Luis Bárcenas y a su mujer, Rosalía Iglesias, se prolongó de 2013 a 2015, con conversaciones como: “La rubia (Rosalía Iglesias) sale sola de casa, viste un vestido marrón, zapatos oscuros, gafas de sol y bolso de color rojo”. Un informe policial de la UDEF atribuye el operativo ilegal a la antigua cúpula del Ministerio del Interior, con Jorge Fernández Díaz al frente. Son los mensajes ante notario de su secretario de Estado, Francisco Martínez, los que le implican en la trama. Él habría sido el encargado de coordinar el espionaje.

Mariano Rajoy, expresidente del Gobierno y exlíder de los populares, también habría estado al tanto. Lo señala un informe policial de Asuntos Internos tras analizar las grabaciones incautadas al excomisario Villarejo. Era conocido como 'el asturiano'. Por el momento, su imputación no está sobre la mesa del magistrado que investiga la causa.

Utilizar la información como un arma negociadora

¿Con qué fin usaría el PP la información extraída del espionaje a Bárcenas? Les serviría como arma ante una posible negociación con su extesorero, que había empezado a colaborar en la causa sobre la financiación irregular del partido. Así lo concluye el informe del inspector jefe que dirigió la investigación sobre la caja B.

“En septiembre de 2016, Luis Bárcenas cambia su estrategia procesal y, por ejemplo, retira la acusación contra el PP por la destrucción de sus ordenadores”, recuerda Alfonso Pérez Medina. Para pagarle al chófer de la familia Bárcenas, el policía infiltrado en su casa, Interior usó de los fondos reservados más de 53.000 euros, pero la cifra de toda la operación sería mucho mayor.

Hasta 71 agentes de la UCAO, la Unidad Central de Apoyo Operativo, participaron en el espionaje a Bárcenas, muchos sin saber que se trataba de un operativo ilegal. Se utilizaron, además, sistemas de escucha y geolocalización, y otros recursos públicos sin autorización judicial.

Martínez amenaza con tirar de la manta

El exnúmero dos de Interior Francisco Martínez amenazó con señalar a Fernández Díaz y a Rajoy si le cargaban la responsabilidad de la operación 'Kitchen', aunque se ha negado a declarar en dos ocasiones. Él es el único cargo público imputado, llegando a decir lo siguiente: “Mi grandísimo error en el Ministerio fue ser leal a miserables como Jorge, Rajoy o Cospedal”.

La Fiscalía Anticorrupción ha pedido al juez que también declaren como investigados Fernández Díaz y María Dolores de Cospedal. Mientras tanto, al Congreso de los Diputados tendrán que ir Rajoy, Cospedal y puede que el actual líder de la formación, Pablo Casado.