Primero fue la de Puigdemont, ahora la de Jordi Sànchez. Segundo intento de investidura de un presidente independentista que está en el aire.

135 diputados componen el Parlamento catalán y la mayoría absoluta, necesaria en una primera votación, está en los 68 escaños. En segunda votación sería suficiente una mayoría simple: más síes que noes.

Si hacemos números, Junts per Catalunya y Esquerra suman 66 diputados. Pero aquí se incluyen los escaños de Puigdemont y Comín, que siguen en Bruselas y, en la actual situación, no podrían delegar su voto.

De este modo, Junts y Esquerra se quedarían con solo 64 diputados. Y los cuatro escaños de la CUP ya no están ahí como colchón.

"Nosotros hacemos un análisis que no es únicamente sobre la persona que se propone como president. Y que pasa por avanzar para hacer efectiva la república", ha declarado el diputado de la CUP, Vidal Aragonés.

Del otro lado: los constitucionalistas. Ciudadanos, PSC y PP suman 57 escaños. Los Comunes son la clave. Si se abstuvieran, la hipotética investidura de Sànchez podría salir adelante. Pero la diputada de Catalunya en Comú, Elisenda Alamany, ya ha dicho que no lo harán.

Si acaban votando en contra se le complican, y mucho, las cosas, a los independentistas. Serían 64 votos frente a 65. Para evitar este escenario, al bloque independentista le quedarían dos últimas balas. Una: que Puigdemont y Comín renunciaran a sus escaños y dejaran correr lista. Junts de momento no lo contemplan.

"Nadie tiene la tentación de preguntar por esta opción, que no llega a ninguna parte", asegura Marta Pascal, coordinadora general del PDeCAT. Aunque según ha podido saber laSexta estarían dispuestos a hablarlo en la negociación.

Pero los números no saldrán de ninguna de las maneras si el juez Pablo Llarena no da permiso a Sànchez para ser investido. La otra alternativa que le quedaría a Junts sería cambiar de candidato. Las negociaciones con Esquerra siguen.