PSOE y Junts ha celebrado este sábado su primera reunión después de que ambos partidos firmasen un acuerdo de investidura, que incluye una ley de amnistía a los implicados en el procés y permitió la reelección de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. La reunión en Ginebra (Suiza) se ha llevado a cabo bajo secretismo, ya que apenas se han dado detalles como la hora o el lugar de la misma. El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, ha asegurado que la cita "ha ido bien" y se ha desarrollado en un clima cordial.

El representante socialista hizo esta declaración a un grupo de periodistas al llegar al aeropuerto de Ginebra para embarcar en su vuelo de retorno a Madrid. "Ha ido bien, ha sido una reunión de trabajo y luego sacaremos una nota (para la prensa), en breve", ha asegurado, sin ofrecer más detalles, a pesar de la insistencia de los periodistas para conocer la identidad del verificar internacional que estaba previsto que participaría en el encuentro. Sobre si se ha hablado de un referéndum o de los Presupuestos, o si el expresidente catalán Carles Puigdemont estuvo en el encuentro, Cerdán ha insistido en que la nota ofrecería información al respecto. Cerdán ha adelantado que no habrá otra reunión este año.

El secretario de Organización del PSOE llegó en la víspera a Ginebra para esta reunión, al igual que la portavoz de Junts per Catalunya, Míriam Nogueras. Fuentes próximas a las conversaciones dijeron que estas se iniciaron a las 10.00 hora local en un lugar que se mantuvo en secreto. Los periodistas hicieron guardia durante toda la mañana frente a la sede del Centro para el Diálogo Humanitario (CDH, también conocido como "Henry Dunant"), que varios medios de prensa en España han afirmado que cumplirá las funciones de verificador en este proceso de conversaciones. No obstante, la reunión no se realizó en esos locales, según se pudo constatar.

Yolanda Díaz: "Respetamos lo que hagan"

La vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, mantiene discreción sobre la reunión y reitera que respetarán "lo que hagan otras formaciones políticas". Díaz ha querido dejar claro que esta reunión entre Cerdán y líderes de Junts se enmarca en el ámbito de estos dos partidos y que Sumar "respetará" lo que decidan. "Es un acuerdo entre dos formaciones políticas", ha reiterado

Tampoco ha querido pronunciarse la ministra de Defensa, Margarita Robles, que este sábado ha visitado el Congreso en su segunda jornada de Puertas Abiertas. "Lo importante hoy es que los ciudadanos están aquí sintiéndose orgullos de la Constitución y de España, hoy es el día de esto", ha señalado tras poner de relieve la importancia de la Carta Magna, que celebrará el miércoles su 45 aniversario, y que "es el marco de convivencia para todos, de respeto y de tolerancia"

Posiciones irreconciliables

Ambas formaciones parten desde posiciones aparentemente irreconciliables en asuntos como la autodeterminación o la financiación, si bien ambos comparten un interés en que este espacio de diálogo dé frutos. El pacto de JxCat y PSOE para la investidura de Sánchez establece que la primera reunión de esta mesa bilateral se celebrará antes de acabar el mes de noviembre -finalmente, será el día 2 de diciembre-, pero no detalla otros pormenores técnicos, ya que ambas partes se han conjurado para mantener la máxima discreción, hasta poder explicar con "transparencia" los eventuales acuerdos.

Sí se sabe -porque así lo han desvelado voces de JxCat- que la voluntad es celebrar estas reuniones con una periodicidad mensual, en ciudades europeas -la primera tendrá lugar en Suiza- y con un mecanismo de verificación internacional con cuatro miembros, de los cuales se dará a conocer el nombre de uno, el portavoz.

La identidad del verificador internacional, una gran incógnita

En cuanto a los participantes, la formación catalana da por hecho que estará el expresidente Carles Puigdemont y es probable que se le sume el secretario general del partido, Jordi Turull, mientras que por parte socialista acudirá el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán. Una de las grandes incógnitas es la identidad del verificador internacional, que según el acuerdo de JxCat y PSOE ejercerá una labor de "acompañamiento, verificación y seguimiento" de la mesa, unas funciones que, según ha comentado Pedro Sánchez, pueden ayudar a las partes, dada la desconfianza mutua y sus posiciones alejadas.

No será un mediador, ni un relator, sino lo que en la terminología especializada se conoce como "verificador" -dirigentes de Junts lo han definido coloquialmente como "notario"-, con un papel menos intervencionista, encargado de dar fe de todo lo hablado y corroborar que se van cumpliendo los acuerdos.

Suiza alberga las sedes de organizaciones especializadas en mediación de conflictos, como SwissPeace o el HD Centre for Humanitarian Dialogue; esta última, según avanzó el diario Ara, ya asesoró a JxCat y ERC en 2018 -cuando buscaban relatores para una mesa de diálogo con el Gobierno- y participó en el desarme de ETA.

Referéndum vs. Estatut

Paradójicamente, una de las cuestiones sobre las que hay más información es el contenido de las propuestas que defenderán, ya que aparecen recogidas en su acuerdo de investidura y se estructuran en dos grandes ejes: "La superación de los déficits y limitaciones del autogobierno" y el "reconocimiento nacional de Cataluña".

JxCat propondrá un referéndum de autodeterminación "amparado en el artículo 92 de la Constitución", mientras que el PSOE "defenderá el amplio desarrollo" del Estatut, así como el pleno despliegue y el "respeto a las instituciones del autogobierno y a la singularidad institucional, cultural y lingüística de Cataluña".

Por otra parte, Junts reclamará incluir en la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA) una "cláusula de excepción" para reconocer la singularidad fiscal de Cataluña y facilitar la cesión del 100% de todos los tributos que se pagan allí; los socialistas apostarán por medidas que garanticen "la autonomía financiera y el acceso al mercado de Cataluña" y, además, ambas partes explorarán fórmulas para promover el regreso a Cataluña de la sede social de empresas que se marcharon a raíz del procés.

La estabilidad del Gobierno, en juego

Pese a sus profundas diferencias, JxCat y PSOE comparten un interés común: que esta mesa experimente "avances suficientes" -según dijo Puigdemont- en algún ámbito. Pedro Sánchez se juega la estabilidad de la legislatura, ya que los siete votos de JxCat volverán a ser decisivos -como lo fueron en su investidura- para aprobar los Presupuestos y otras leyes a las que se opongan PP y Vox. Mientras que Puigdemont querrá demostrar que es capaz de sacar partido de una negociación y diferenciarse de una ERC a la que acusa de haber despilfarrado su fuerza en los últimos cuatro años dando su apoyo a Sánchez "a cambio de nada".

Un problema añadido para Sánchez es la proximidad de las elecciones catalanas, previstas para febrero de 2025 si no se adelantan: Es probable que este próximo año JxCat y ERC, en su encarnizada batalla por la hegemonía independentista, busquen distanciarse del PSOE y desestabilicen al Gobierno.