El grupo parlamentario socialista ha avanzado ya algunas de las enmiendas que propondrán para modificar el proyecto de ley trans, una modificaciones con las que pretenden aplacar el debate interno en sus filas, especialmente con dos de los asuntos más polémicos de esta ley.

El primero, la equiparación de la violencia machista con la violencia intragénero, que aparece en el artículo 65 de esta ley. El PSOE pide que desaparezca este último término y que las personas LGTBI que sufran violencia en el ámbito familiar cuenten con los mismos derechos que las víctimas de violencia doméstica.

De esta forma, señala en su propuesta que, en caso de que exista una condena por un delito de violencia doméstica, una orden de protección o cualquier otra resolución judicial que acuerde una medida cautelar en favor de la víctima, ésta podrá solicitar la reordenación de su tiempo de trabajo, la movilidad geográfica y el cambio de centro de trabajo a sus empleadores, que deberán atender la solicitud en la medida de sus posibilidades organizativas.

El segundo asunto polémico que abordan con sus enmiendas es el de la reversibilidad, que se refiere a querer recuperar el sexo que se tenía antes de la autodeterminación. Pide el grupo socialista que para este segundo cambio se cuente siempre con autorización judicial, requisito que en el proyecto de ley no existe. No obstante, el PSOE mantiene que este cambio pueda hacerse a los seis meses del cambio registral.

Con todo, será el lunes cuando los socialistas registren sus enmiendas definitivas a la futura norma, después de varias semanas prorrogando el plazo, lo que ha originado el enfado del Ministerio de Igualdad y su socio de Gobierno, así como de los colectivos LGTBI, que urgen a aprobarla cuanto antes.

Gritos de "vergüenza" ante la sede del PSOE

Y mientras el debate sigue abierto en el seno del Gobierno, este viernes, más de un centenar de personas han participado en una concentración convocada por la Federación Plataforma Trans delante de la sede del PSOE, en la calle Ferraz, para clamar "vergüenza" por el "bloqueo" a la Ley Trans.

Los manigestantes han anunciado el comienzo de una ola de "furia trans" por toda España, para exigir que se apruebe la norma este año 2022. "Si no hay ley trans, habrá furia trans" o "con Carmen Calvo no estamos a salvo", han sido algunos de los lemas que han gritado los asistentes.