Se vieron hace unos meses como candidatos socialistas en Portugal y España, pero es ahora cuando Pedro Sánchez visita a António Costa, convertido en el primer ministro luso gracias a un pacto de izquierdas, un espejo en el que ahora quiere mirarse.

Paea la Secretaria de Igualdad de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, Carmen Montón, cree que la reunión es positiva porque Sánchez compartirá "propuestas" con el primer ministro portugués que "vendrán" muy bien en España.

Sin embargo, en el propio PSOE ya hay quien no ve eso de repetir la fórmula portuguesa, como Ximo Puig, ha afirmado que "no se puede estar sometido a una presión política por completar los plazos de Gobierno".

Tampoco ayuda que los posibles compañeros de viaje de Sánchez no renuncien al referéndum en Cataluña. El último en recordarlo ha sido Íñigo Errejón al recoger su acta de diputado, aunque desde Podemos ya no se habla de líneas rojas, y se afirma que se puede hablar de todo.

Además, a juzgar por lo que dicen desde Izquierda Unida, afirmando que ven fiable frenar al PP con un acuerdo entre PSOE, Podemos, IU y el resto de fuerzas de izquierdas, Sánchez lo tiene claro.

Desde el PP, al estilo Pablo Iglesias, también se apela a ciertos sectores del PSOE, y lo ha hecho Alicia Sánchez Camacho, que además, ha recordado a Sánchez que no sabe lo que hace en el extranjero, porque "debería hacer menos viajes y estar en Moncloa para negociar".

Y puestos a copiar pactos, el PP tiene el suyo. María Dolores de Cospedal asegura que ..., pero hoy es Rajoy el que no quiere seguir los pasos de su antiguo colega portugués.