Si bien en Vox siempre han cargado contra el gasto en asesores y "chiringuitos", hablando siempre de costes "políticos", lo cierto es que tras su llegada a la Junta de Castilla y León, donde gobiernan en coalición con el PP, la partida destinada a pagar estos sueldos se ha disparado un 20%.

En campaña electoral el entonces aspirante a presidir la región y hoy vicepresidente sin cartera de la Junta, Juan García-Gallardo, llamaba a dejar de "despilfarrar el dinero público en gasto político" y así destinarlo a "infraestructuras y servicios sociales".

Sin embargo, lo cierto es que el actual Ejecutivo bicolor es más caro que el anterior que lideraban PP y Ciudadanos. Y eso que aún quedan, al menos, dos salarios públicos por publicar.

Así, en 2020 la Junta de Castilla y León contaba con 93 altos cargos y un gasto en asesores de algo más de 1,5 millones de euros. Con Vox, el número cargos políticos ha aumentado hasta los 99 mientras que el coste de los cargos de confianza se ha disparado un 20% hasta los 2 millones.

Vox ha empleado la austeridad en política como uno de sus mensajes destacados en campaña, criticando el llamado "estado de bienestar de partidos y sindicatos". Sin embargo, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León cobra más que el líder del Gobierno regional, Alfonso Fernández Mañueco, a pesar de que no tiene una cartera que gestionar.

Igualmente, el sueldo medio de los altos cargos de esa vicepresidencia sin Consejería adscrita es superior al de tres de las diez carteras que forman el Gobierno regional.

Y pese a todo, el partido dirigido por Santiago Abascal está empleando el mismo mensaje en la campaña electoral de Andalucía donde, según las encuestas, podría repetirse el resultado que forzó a una coalición en Castilla y León.