La madre de Ángel Pinacho viajaba en el cuarto vagón del tren que sufrió el accidente en Santiago. Perdió a su madre y, casi dos años después, denuncia que lo único que le queda es su recuerdo, pero el olvido del resto. "El olvido es total, pero a nivel de instituciones políticas y de periodismo", denuncia Ángel.

La hermana de Ana Cortés viajaba en el avión de Spanair que se estrelló en Barajas. Asegura que tanto ella como su familia solo recibieron apoyo psicológico el día del accidente. Después, afirma, nada. Porque normalmente las víctimas de accidentes de este tipo se enfrentan a interminables procesos judiciales que les impiden cerrar la herida.

"Llevamos año y medio con la instrucción, va a durar otro año, más los cinco años que pueda durar el juicio, nos iremos a 2022 o 2024", cuenta Ángel. "La muerte de tu hermana se reduce a cuantías", expresa Ana. Por eso, piden menos fotos de cortesía y más apoyo estatal. "El político aparece para hacerse la foto diciendo que van a asumir responsabilidades y ya está", denuncia Ángel.

Abandonados, maltratados, indignados y huérfanos. Se sienten completamente solos en el momento en el que más apoyo de las instituciones deberían recibir.