El PP de Ciudad Real quería convertir un terreno en un cementerio municipal, pero se quedó en un descampado.
En 2007 el Ayuntamiento
pagó por él cinco millones de euros, una parcela adquirida y firmada por la
alcaldesa popular Rosa Romero, que acababa de llegar al poder.
Lo fraudulento, según los que hoy gobiernan, es que tan sólo
tres meses antes una empresa vasca pagó por él 1,7 millones de euros. Una
operación que no les cuadra tampoco por la ampliación que hizo el PP en 2009,
en el actual cementerio.
De ese cementerio, el concejal de urbanismo de Romero afirmó
que tenía capacidad "como mínimo para dos décadas más". Es decir, que
según Ganemos, la compra de este terreno pierde todo el sentido.
Y hay más, según documentos del propio Ayuntamiento, el expediente de la operación ha desaparecido y tampoco consta que se haya retirado.
El PP se defiende y asegura que todo es legal. Para ellos, Ganemos y
el PSOE están haciendo una campaña sucia. Según ha dicho a laSexta la alcaldesa
Rosa Romero, el proyecto acabó desechado
por culpa de la crisis.