El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha negado este martes tener algo que ver con los encargos que presuntamente hizo la compañía al comisario jubilado José Manuel Villarejo y ha asegurado que, en realidad, fue él el espiado.

Sánchez Galán ha declarado durante dos horas en la Audiencia Nacional, en el marco de una investigación por la que está siendo investigado por los delitos de cohecho, contra la intimidad y de falsedad documental.

Según la investigación, el responsable de la compañía estaba al tanto de los pagos que la eléctrica habría hecho a la empresa de Villarejo entre los años 2004 y 2017.

Sin embargo, y de acuerdo con fuentes judiciales a esta cadena, el empresario se ha defendido subrayando que "ni ordenó, ni autorizó ni conocía nada" que él fue el espiado.