Toda España conoce a los ultras de las agresiones en Valencia: el de la bandera, el de la patada, el de la riñonera o el que pegó a un fotógrafo. La Fiscalía sabe quiénes son, la Policía les interrogó, pero siguen libres y aun ningún juzgado se ha hecho cargo de ellos.

Cuanto más se sabe de los implicados, más miedo dan. Uno de ellos es un chico formal en su foto de Facebook, pero las imágenes le muestran enseñando los dientes el día de las agresiones. Le detuvieron por participar en la agresión, dice que sólo intentó ayudar al chico caído, pero no hay nada como la cámara lenta para destapar esa mentira.

Según los organizadores de la marcha que fue saboteada, diez víctimas ya han puesto denuncia y están esperando a que su caso llegue a un juez. También ha decidido denunciar un fotógrafo que fue agredido por los radicales.