Íñigo Errejón ha sido el primero en estar a tiro para los periodistas después de la pelea en Twitter. El número dos de Podemos es políticamente correcto y explica que se debate en abierto porque son "compañeros".
Sin embargo, su entorno sí reconoce que se les fue de las manos en privado después de la bronca de Twitter, en la que Iglesias terminó el día ridiculizando así las tesis de su número dos. "Podemos construir un torpe silogismo según el cual hay que parecerse un poco a los partidos tradicionales para que te vote la gente que votaba a los partidos tradicionales", publicó Iglesias.
Para Yllanes, "perdernos en debates, perdernos en discusiones de si es mejor endurecer o ser un poco más blando cautivar o seguir dando miedo no nos aporta absolutamente nada".
Ante las cámaras se intenta rebajar la bronca, y un ejemplo ha sido Rita Maestre en Al Rojo Vivo, donde ha dicho que "hay que trabajar para ampliar la base social del partido".
En el medio también hay quien no termina de decantarse, como Miguel Urban, que está "a favor de un Podemos moderado", pero cree que Pablo Iglesias "tiene demasiado poder".
Haya o no Reconciliación, Iglesias y Errejón ya han dejado al descubierto que hay dos formas entender Podemos.