Al PSOE se le acumulan los frentes porque Podemos sigue avisando: una abstención ante el PP podría afectar a sus alianzas territoriales con los socialistas. "Si hay presidentes autonómicos que hacen presidente a Rajoy puede resultar un fraude", afirma Pablo Iglesias.

Aunque la amenaza no es explícita, la advertencia ha sido captada y en el sector más moderado de la formación morada intentan rebajar el tono. "Como en el caso de Castilla-La Mancha, las decisiones se han tomado en sus escalas", explica Rita Maestre.

Hasta Castilla-La Mancha han llegado los ecos del aviso, allí se ha celebrado el debate sobre el estado de la región, y García-Page prefiere quitarle hierro y se vende como la mejor alternativa: "Podemos sabe que la única alternativa de gobierno estable es el que yo presido, salvo que se estén planteando volver al PP, a las políticas de Cospedal".

Una ruptura traería cambios en otras Comunidades como Extremadura, Valencia o Aragón, pero todo depende de cómo interpretar las palabras de los afines a Iglesias. "Tanto al PP como a los que quieren aplicar sus políticas nos van a tener enfrente", explica Irene Montero.

También depende de cómo interpretar las palabras de Errejón: "Una cosa es el escenario nacional y otra el escenario autonómico, son escalas diferentes". Son las dos alas de un partido que bascula entre la ruptura y la mano tendida.