Pedro Sánchez no ha salido bien parado de la primera sesión de control tras la convocatoria elecotral del 28 de abril. El presidente del Gobierno ha recibido todos los ataques de la oposición. El primero, procedente de Pablo Casado: "Nadie hizo tanto daño a España en tan poco tiempo".

El presidente del Partido Popular ha tirado de artillería para cargar contra la relación del Gobierno de Sánchez con los independentistas: "Ha intentado vender la nación a quien quiere destruirla. Le hemos pillado", ha continuado el dirigente popular. Frente a sus críticas, Sánchez le ha acusado de hacer política basada en dos pilares.

"Usted tiene la lengua larga del insulto y las patas muy cortas de la mentira", le ha afeado el dirigente socialista, que ha añadido que en la España de Casado no caben todos: "Está dibujando una España en la que solo cabe usted y los que piensan como usted".

Durante la sesión de control también se han dado diferencias notables entre Pedro Sánchez y Albert Rivera. Ambos han mantenido un encontronazo duro que ha tenido como eje, de nuevo, el independentismo. "Su única aspiración es ser presidente con quienes han dado un golpe de Estado", ha destacado el presidente de ciudadanos.

Rivera también ha recibido críticas por parte del presidente del Gobierno: "Lo único que está haciendo es liderar el cambio de chaqueta permanente". Su intercambio de acusaciones ha ido a más, pero ambos han seguido tirando del mismo argumentario. "¿No le da vergüenza aceptar un documento que dice que España es franquista?", le ha afeado Rivera.

Sánchez le ha contestado: "Usted dejó la chaqueta del supuesto liberal y se ha puesto la chaqueta de la ultraderecha". De esta forma le ha reprochado el líder del PSOE que Ciudadanos haya vetado un posible pacto postelectoral con el PSOE, y a ello se ha referido también Rivera: "Tomamos una buena decisión, que es no aceptar a alguien como usted".

El presidente del Gobierno ha vuelto a responder al líder de Ciudadanos, de quien ha asegurado que "pretende poner un cordón sanitario al PSOE". Se ha dado así una sesión de control en un Congreso de los Diputados que sube el tono, donde se incrementan los golpes dialécticos y ya aprietan las elecciones.