El candidato socialista a la Moncloa era el personaje principal, pero los símbolos de los que se rodeó le han quitado protagonismo. Una gran bandera al inicio y al final de su intervención y, muy a la americana, sube al escenario su mujer, Begoña Gómez.
La idea, dicen en el PSOE, ha sido del propio Pedro Sánchez. Asegura que el cambio por el que apuesta, el cambio que une, requiere reivindicar esa bandera. Desde el PP celebran la imagen, pero aprovechan la ocasión para criticar el fondo de las políticas socialistas.
En Podemos, Íñigo Errejón asegura que hace falta algo más que una bandera para hacer país. Y en Izquierda Unida reiteran: más importante que los símbolos es que no haya injusticias como las SICAV. Más allá de la bandera, Sánchez reivindicaba lo que llama "patriotismo cívico", usando más de 30 veces la palabra España. El candidato del PSOE insiste: el cambio en España tiene que ser socialista.