Pedro Sánchez se ha estrenado en su primera gran cita europea y todo han sido sonrisas, besos y gestos cómplices para recibirle. Un Consejo Europeo muy centrado en la crisis política agitada por los populistas europeos a cuenta de la inmigración.

"Esta invasión hay que pararla", afirmaba Viktor Orban, primer ministro de Hungría. Brecha entre los eurosocios que podría ser el principio del fin de la Unión. "Tenemos que conjugar responsabilidad y solidaridad, también con el resto de países", ha destacado Pedro Sánchez.

Frente a las propuestas solidarias abanderadas por España y Francia, y con el visto bueno de la mismísima canciller alemana, parece que van imponiéndose los planes de un 'Guantánamo para migrantes' lejos de territorio comunitario, aunque con supuesto aval de la ONU, eso sí.

"Tenemos que ser muy pragmáticos, con una solución que contente a todos", ha asegurado Antonio Tajani, presidente del Consejo Europeo.

En lo que todos parecen estar de acuerdo es en que no se puede dejar solos a italianos o griegos. "Italia está harta de declaraciones, queremos hechos", ha afirmado Giuseppe Conte, primer ministro de Italia.