Pedro Sánchez desvelaba ante la dirección del PSOE su órdago personal, quiere ya, sin esperar más, primarias y Congreso del PSOE.Una maniobra que llega justo cuando comenzaban a cobrar intensidad las críticas tras la debacle electoral en Euskadi y Galicia, que ha envuelto a la Comisión Permanente en un ambiente serio. "Son unos resultados malos sin paliativos, el partido debe hacer una autocrítica", explica Antonio Pradas, miembro de la Comisión Ejecutiva del PSOE.

Sánchez responde con su propio calendario, cerrando el paso a los críticos, sin margen casi para una alternativa, asegurándose así la candidatura a La Moncloa, aunque sus planes hace meses eran otros. Ahora Sánchez cambia de opinión y los militantes decidirían el 23 de octubre, una semana antes de convocarse los comicios. El ganador se ratificaría el 4 de diciembre, solo cinco días antes de comenzar la hipotética campaña electoral si se reforma la ey y vamos a las urnas el 18.

Una maniobra que a esta hora debate la Comisión Ejecutiva, muy cercana al secretario general, pero que está contando con voces críticas a la propuesta, como la de la propia presidenta del PSOE, Micaela Navarro. Algunos le están exponiendo que es tiempo para una reflexión profunda: "Pasa por una profunda reflexión que haremos sin ninguna duda", ha señalado Carme Chacón.

El calendario de Sánchez depende del Comité Ejecutivo del próximo sábado donde los criticas podrán hablar.