Esquerra Republicana y el PDeCAT celebran que se haya restablecido el diálogo y haya un cambio en las formas, pero advierten que el derecho a la de autodeterminación es indispensable para Cataluña.

Los partidos más críticos con la reunión entre Pedro Sánchez y Quim Torra han sido PP, Ciudadanos y la CUP, cada uno en su portura. Para los antisistema no es un diálogo real, es un monólogo que no lleva a ninguna parte ni a hacer efectivo el derecho a la autodeterminación.

Para la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, la reunión responde a que Sánchez necesita a los independentistas para mantenerse en la Moncloa.

"El hecho de que haya diálogo, que se pueda hablar de todo, lo valoramos positivamente porque hasta ahora no era posible tener este espacio de diálogo", afirma la diputada del PdeCAT, María Senserrich.

"Hemos recogido buenas palabras, es una supuesta buena predisposición pero ninguna novedad", dice el portavoz de ERC, Sergi Sabrià.

"Hoy lo único que hemos visto son renuncias. En el discurso se apuesta por no renunciar a la autodeterminación, pero en la práctica no se toma ninguna medida para avanzar", asegura el diputado de la CUP, Vidal Aragonés.

"El presidente Pedro Sánchez está pagando las facturas que le ponen encima de la mesa los independentistas a cambio de su voto en la investidura", afirma el presidente del PP catalán, Xavier García Albiol.

"Como socio del Gobierno de España, el señor Sánchez ha elegido a aquellos que quieren romper España", dice Arrimadas.