Es la confirmación del descenso sin fin emprendido, sobre todo, en septiembre de 2012, cuando el PP pìerde de golpe más de seis puntos. Coincide con los tiempos de la estabilidad de la prima de riesgo española.

A pesar de ese batacazo popular, el PSOE sigue casi cinco puntos por detrás en intención de voto, un 24,8%, lo que supone cuatro puntos menos que los resultados electorales de 2011, en los que obtuvo un 28,7%.