La pareja de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González, adquirió un coche de alta gama, concretamente un Maserati Ghibli, en mayo de 2021, tras obtener los beneficios por los que ha sido denunciado por presunto fraude fiscal. Así lo ha ha podido confirmar laSexta a través de documentación de la DGT. Un vehículo por el que, además, debe casi 1.000 eurosentre multas e impuestos.

El coche está a nombre de la empresa Maxwell Cremona, la misma que supuestamente habría empleado González para emitir facturas falsas con las que evadir impuestos por los ingresos que obtuvo por intermediar en la venta de mascarillas en plena pandemia.

Además, según ha podido comprobar esta cadena, el novio de Ayuso debe al Ayuntamiento de Madrid 949 euros entre impuestos y multas desde que lo compró el 12 de mayo del 2021, fecha en la que consta el último cambio de titularidad del vehículo. En concreto, adeuda el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica de los ejercicios 2022 y 2023, así como el importe de seis multas de tráfico, correspondientes a infracciones cometidas en 2022 y 2023, la mayoría en el barrio madrileño de Chamberí.

El Maserati en cuestión es del año 2017 y González lo compró de segunda mano. Se trata de un vehículo con un precio en torno a los 80.000 euros cuando es nuevo, que funciona con diésel y alcanza los 250 kilómetros por hora.

Estas revelaciones se conocen después de que este martes trascendiera una denuncia presentada por la Fiscalía de Madrid contra la pareja de la dirigente 'popular' por dos delitos de fraude fiscal y uno de falsedad documental por presuntamente esquivar impuestos a través de un entramado de facturas falsas y sociedades pantalla. Según consta en la denuncia, González podría haber defraudado más de 350.000 euros entre los años 2020 y 2021.

González había recibido casi dos millones de euros en comisiones por intermediar para la empresa FCS en la compraventa de productos sanitarios en los peores meses de la pandemia, entre mayo y agosto de 2020 y, además del Maserati, compró en el verano 2022 una lujosa vivienda de 208 metros cuadrados en el centro de Madrid, valorada en más de un millón de euros, donde actualmente convive con la presidenta autonómica.