Su primera actividad fue una reunión con el nobel de economía Joseph Stiglitz, en la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia, quien dijo que le había "inspirado" y le había reafirmado en sus posturas contrarias a políticas de austeridad. "Hay que rectificar. Tenemos que parecernos más a esa idea de Europa con prosperidad (...). Lo que decimos nosotros ni es de izquierda ni de derechas", dijo Iglesias en declaraciones a los periodistas a la puerta de la Escuela de Negocios.

Stiglitz, premio nobel de Economía en 2001, lleva más de dos décadas lanzando críticas al papel de organismos como el FMI, a los fondos de inversión y a las políticas económicas restrictivas como única receta para salir de las crisis financieras. "Volvemos con las pilas cargadas", afirmó el líder de Podemos. "Me quedo con un comentario que ha hecho el profesor: entre la comunidad de economistas a nivel mundial nadie defiende las políticas de austeridad", agregó.

Consultado sobre las diferencias de los procesos para salir de la crisis en España y Grecia, Iglesias dijo que en el primer país su posición negociadora "siempre es más fuerte" y las características de la deuda de las dos naciones "son completamente distintas". "Por suerte, en España los efectos de la austeridad no han sido tan agresivos como en el caso de Grecia. Nadie hizo los deberes de los griegos y nadie hizo los deberes de España", señaló.

En su conversación con Stiglitz, el premio nobel le insistió en las tesis que viene defendiendo desde la crisis argentina de 2001 en el sentido de favorecer "reestructuraciones ordenadas de la deuda" y vincularla al crecimiento económico. Comparó los procesos seguidos en España y en Estados Unidos a raíz de la crisis financiera de 2008 y dijo que en este último país se siguieron "políticas expansivas" que demostraron ser "más eficaces", "ideologías aparte".

Y también comparó el papel que ante sus respectivas crisis han desempeñado en Estados Unidos la Reserva Federal y el Banco Central Europeo. "El BCE debería parecerse un poquito más a la Reserva Federal y dejar de ser un lobby de los poderes financieros, y ayudar a los estados a cumplir con sus obligaciones con los ciudadanos", afirmó el también eurodiputado español.

"No puede ser -insistió- que una institución como el BCE esté al servicio de los bancos y no al servicio de los ciudadanos". Recalcó que las políticas de austeridad "están representando un fracaso para Europa" y están destruyendo valores históricos en la región, como los derechos sociales y el estado de bienestar. "Hay que apostar por cosas diferentes", afirmó. Pidió que, en el caso de España, haya una reforma fiscal que devuelva los niveles de recaudación hacia la media europea, presionando más a las grandes fortunas para que "no sigan pagando los mismos".

Dijo que había coincidido con Stiglitz en que "los tres grandes problemas en España y en Europa del sur son la deuda, el desempleo y la desigualdad, y está claro que las políticas de austeridad no han contribuido a resolver esos tres problemas". "Una reunión como ésta nos refuerza la convicción de que se pueden hacer las cosas de otra forma", insistió.