"Me he quedado tocado y triste". De esta manera ha lamentado Pablo Iglesias que el que fuera su número dos, Íñigo Errejón, haya iniciado un proyecto político con Manuela Carmena de forma paralela a Podemos.

Si bien no ha aclarado el futuro de Errejón en Podemos, sí ha mostrado su malestar con su compañero de filas. "En política hay que estar acostumbrado a este tipo de maniobras, incluso si vienen de compañeros", ha apuntado Iglesias, que ha añadido: "No doy crédito a que Manuela e Íñigo nos hayan ocultado que preparaban lanzar un proyecto electoral propio para la Comunidad de Madrid y que lo hayan anunciado por sorpresa".

Así, el secretario general de Podemos considera que los inscritos "merecen más respeto", y se ha dirigido a ellos para decir que "mientras esté al frente de Podemos", el mandato de los afiliados "y el proyecto colectivo estarán por encima de cualquier ambición personal". En este sentido, si bien ha deseado "suerte a Íñigo en la construcción de su nuevo partido con Manuela", ha destacado que "Podemos tiene la hoja de ruta que marcaron los inscritos y que se decidió en las asambleas ciudadanas".

Las palabras de Iglesias se producen horas después de conocer que Errejón no concurrirá a las elecciones autonómicas de mayo con las siglas de Podemos, sino con Más Madrid, la plataforma creada por la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, para los comicios municipales. Aquí puedes leer la carta completa:

"Querida inscrita, querido inscrito:

Nunca imaginé que iba a tener que interrumpir por unas horas mi permiso de paternidad por una razón tan triste.

No imaginé que hoy, cuando deberíamos celebrar el quinto cumpleaños de Podemos, las cosas serían así.

Esta mañana me ha llamado Íñigo Errejón para informarme de que inicia un nuevo proyecto político personal junto a Manuela Carmena, con una nueva marca electoral. Pocos minutos después de la llamada, la carta de Manuela y de Íñigo estaba en todos los medios de comunicación y en las redes sociales.

En política hay que estar acostumbrado a este tipo de maniobras, incluso si vienen de compañeros, pero reconozco que me he quedado tocado y triste. No doy crédito a que Manuela e Íñigo nos hayan ocultado que preparaban lanzar un proyecto electoral propio para la Comunidad de Madrid y que lo hayan anunciado por sorpresa. Creo que nuestros inscritos se merecen más respeto.

No es la primera vez que somos noticia por este tipo de cosas y vuelvo a sentir vergüenza de que se hable de nosotros por maniobras de este tipo.

Hace ya dos años, la Asamblea de Vistalegre mostró una herida y una falta de madurez que os avergonzó y nos avergonzó. Recuerdo cuando entré allí y escuché a nuestra gente gritar «unidad».

Salimos de aquella asamblea con el firme propósito de cerrar esa herida y madurar. En muchos partidos, quien pierde un Congreso se va a su casa o abandona la primera línea. Yo quise que en Podemos eso no fuera así y hablé con Íñigo para que, si los inscritos así lo querían, fuera nuestro candidato en la Comunidad de Madrid. Eso sí, dejando claro que ninguna persona está por encima del proyecto colectivo que decidís vosotros.

En momentos como este no es fácil ser secretario general. Al tiempo que las compañeras del grupo parlamentario confederal trabajan para que el Gobierno cumpla el acuerdo que firmé con Pedro Sánchez y poder, así, sacar adelante unos presupuestos que por fin revierten los recortes del PP, no es fácil tragar con ciertas cosas.

Pero quiero que sepáis que, mientras esté al frente de Podemos, vuestro mandato y el proyecto colectivo estarán por encima de cualquier ambición personal.

Deseo suerte a Íñigo en la construcción de su nuevo partido con Manuela, pero Podemos tiene la hoja de ruta que marcaron los inscritos y que se decidió en nuestras asambleas ciudadanas.

Hace cuatro años propusimos que Manuela Carmena encabezara la lista de la coalición entre Podemos y Ganemos para lograr el cambio en Madrid. Cuatro años después no nos arrepentimos de haberlo hecho. Se han hecho algunas cosas buenas para los madrileños y, por eso, nos alegramos de haber hecho posible que Manuela fuera candidata y de que contara con un equipo plural. Quizá quién le apoyó y acompañó entonces merecería otra consideración, pero hay algo mucho más importante que Manuela o que Podemos: que los madrileños tengan un Gobierno más decente que los anteriores. El nuevo proyecto de Manuela se parece muy poco al de Ahora Madrid de hace cuatro años, pero si ese proyecto y las exigencias de Manuela de decidir su lista del primer al último nombre son la condición de posibilidad para que los corruptos y los reaccionarios no vuelvan a gobernar Madrid, estamos dispuestos a hacernos a un lado y a no presentarnos a las elecciones municipales en Madrid.

Pero, con todo el respeto, Íñigo no es Manuela. En la Comunidad de Madrid y en todos los demás municipios de nuestro país, Podemos saldrá a ganar, construyendo con Izquierda Unida y con el resto de aliados Unidos Podemos y candidaturas municipalistas de unidad. Y lo seguiremos haciendo con la sociedad civil y con la gente.

Vamos a seguir trabajando para cambiar las cosas. Nos dijeron que era imposible echar a los corruptos con una moción de censura; y, sin embargo, lo conseguimos. Nos dijeron que era imposible subir el salario mínimo, revalorizar las pensiones, parar la subida de alquileres o aumentar las ayudas a la dependencia; y, gracias a la gente que se movilizó, conseguimos un acuerdo con el Gobierno que algunos medios de derechas calificaron como «el más de izquierdas de la democracia». Hoy nos dicen que tendremos que conformarnos si el Gobierno no cumple todo lo que firmaron con nosotros, y volveremos a demostrar que los pactos que se firman con nosotros se tienen que cumplir punto por punto si quieren nuestro apoyo.

Los inscritos marcasteis el camino y cumpliremos con vosotros.

Este cumpleaños no es feliz, pero, en este tiempo en el que un nuevo bloque reaccionario amenaza con destruir las conquistas democráticas, nuestro deber es levantarnos y trabajar para defender la dignidad.

No será fácil. Hoy es un día amargo, pero la historia de las luchas sociales enseña que quien se levanta tras un golpe es más fuerte que quien nunca fue golpeado.

Hoy, como siempre, sí se puede".