"No tengo nada de que arrepentirme", ha enfatizado Iglesias en una entrevista en Radiocable, en la que ha evitado hacer autocrítica respecto a ese porcentaje de rechazo, y ha asegurado que el "dato objetivo" es que "no hay ningún dirigente político en España que tenga" el apoyo que tiene él de sus bases.
Aunque ha reconocido que le hubiera gustado obtener "un apoyo más amplio", y ha asegurado que va a tomar "nota" de ese 31% que pide su dimisión", Iglesias ha explicado que la lección que saca es que en Podemos tienen que ser "más prudentes y ser conscientes de que decisiones que son legítimas pueden servir al adversario" para hacerles daño.
Iglesias ha señalado que las personas que decían que no tenía sentido convocar la consulta "se equivocaron" porque ha sido "la más participada" de las que ha celebrado Podemos y, además, él y la portavoz parlamentaria, Irene Montero, cuya dimisión también estaba en juego, han recibido "un porcentaje notable de apoyo" que les "obliga a seguir con toda la ilusión".