En la reunión de la Junta Directiva Nacional del PP, Casado ha advertido asimismo al Gobierno de que "no se puede pactar con los independentistas como si fuesen los legítimos representantes de toda la sociedad, porque no lo son y han renunciado a serlo".

"No nos vamos a quedar mirando cómo el PSOE complica más el problema recuperando un estatuto inconstitucional", ha dicho Casado, quien también ha advertido de que no piensa aceptar una Cataluña "confederal de facto independiente" ni tampoco cree que haya que "hacerse perdonar" por quienes están tratando de "destruir el país".

En todo momento ha lanzado el líder del PP advertencias al Ejecutivo que preside Pedro Sánchez ante su apuesta por el diálogo con la Generalitat. Y, en este sentido, ha señalado que, ante quienes "tratan de imponer su ideología represiva y totalitaria" no puede haber "negociación ni cesión alguna".

El líder del PP ha advertido de que su partido es el que tiene que hacer frente a ese "proyecto de disolución de España" que en su opinión "primero patrocina el nacionalismo" y segundo "la izquierda radical con el PSOE liderando".

"España no es el nombre de un problema, la Constitución y el Estado de derecho no son un problema"; "el verdadero problema son ellos y lo tienen ellos, son ellos los que tienen que cambiar porque no vamos a cambiar los demás, no tenemos por qué", ha dicho.

Pablo Casado ha explicado que la propuesta del PP para Cataluña es "recuperar la convivencia alrededor de las leyes y la Constitución" y no piensan moverse de esa posición, y ha defendido "no cometer errores ni subestimar el fanatismo de los adversarios". Y una y otra vez ha subrayado que el PP no puede consentir este "supuesto diálogo" con "equivalencia moral entre las partes", porque dicha equivalencia "nunca la ha habido ni la va a haber".

Por otra parte, el líder del PP, Pablo Casado, ha defendido al rey como "símbolo de la unidad de España", y ha reivindicado el "viva al rey" sin levantar la voz y "sin esconderse ni exhibirse", porque esa proclama, ha dicho, supone también la "defensa del pluralismo y la convivencia" en España.

Casado ha querido hacer esta reflexión al recordar que la princesa de Asturias protagoniza en Covadonga su primer acto oficial, "símbolo de la continuidad dinástica, constitucional y democrática de la Jefatura del Estado".

Además, ha advertido de que quienes quieren la "desunión" del país critican al Rey, lo insultan e, incluso, "lo ultrajan" y frente a ellos ha defendido hacer "algo muy sencillo, sin gritar ni exagerar", que es "levantar la voz y decir viva el Rey".