El candidato de Vox al Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, ha asegurado que "no pasa nada" por mandar la celebración del Orgullo LGTBI a la Casa de Campo dado que los vecinos de Chueca merecen descanso, no suciedad, alcohol y "exhibicionismo", y se ha marcado como objetivo terminar con el Madrid de "de la demagogia" y el sectarismo para devolver a la ciudad el sentido común.

También ha subrayado que quiere un Madrid "castizo", de "tradiciones" donde las cabalgatas de Reyes reflejen el espíritu de la Navidad, donde haya "reyes magos y camellos" y "no lo de la drag queen", en referencia a una cabalgata que tuvo lugar en Vallecas, donde aquello "parecía aquello un carnaval".

Durante la presentación de su candidatura en el Auditorio Pilar García Mena, en el distrito de Hortaleza, Ortega Smith ha enfatizado que su intención es lograr un Ayuntamiento "sin etiquetas de izquierda o derecha", "sin demagogia" ni "sectarismo". En contraposición, defiende una gestión de sentido común donde se bonifique el IBI a las familias numerosas, que además cuenten con tarjeta de aparcamiento preferente.

El candidato de Vox ha insistido durante su intervención que quiere aplicar una bajada de impuestos generalizada en la ciudad, al entender que la presión fiscal que soportan los madrileños es "confiscatoria", para manifestar también su intención de que, en caso de ser alcalde, también devolverá las escuelas infantiles de la ciudad a la red de la Comunidad de Madrid.

Por otro lado, ha recalcado que Vox tiene la voluntad de lograr un Ayuntamiento que defienda a todos los madrileños, empezando por aquellos que ahora "no entienden" los planteamientos del partido y a los que les han contado "todo tipo de etiquetas" sobre la formación. Al respecto, Ortega Smith ha enfatizado que su discurso "no es el de la demagogia", sino el de ofrecer soluciones.

Ante un auditorio que ha congregado a simpatizantes de Vox, Ortega Smith ha asegurado que aspira a plasmar un Ayuntamiento transparente y ha asegurado que no va a aceptar ningún tipo de corruptela y que si un concejal incurre en ella, será el propio alcalde el que "vaya a buscarlo y le eche a patadas" del Ayuntamiento.