Siguen saliendo a la luz nuevos detalles sobre el espionaje a Luis Bárcenas y su esposa, Rosalía Iglesias. En total, 71 agentes de la UCAO fueron los encargados de realizar las vigilancias a Bárcenas, según el auto judicial incluido en el sumario de la 'Kitchen'. Un seguimiento pormenorizado de él y su mujer, como se puede ver en algunas anotaciones de los policías recogidas en el sumario, y que se realizó haciendo uso de recursos públicos sin autorización judicial.

El sumario recoge cómo los agentes fotografiaron a múltiples personas y recogieron todo tipo de detalles sobre los mismos: quiénes era, cómo iban vestidos, cuál era el recorrido que hacían y cuál era su nombre clave.

Así, se pueden apreciar anotaciones de cada uno de los movimientos de Rosalía Iglesias: "No se le ve sobrepasar la calle general Pardiñas. Sale del parking de la calle Conde de la Cruz hacia la calle Díez Forlier en un Alfa Romeo".

"Sale 'La Rubia' de la peluquería", continúa en otra anotación. Un mote con el que los agentes hacían referencia a la esposa de Luis Bárcenas, Rosalía Iglesias, según el sumario.

El servicio finaliza cuando la esposa del extesorero entra en su domicilio: "Coge calle Hermosilla, gira en Príncipe de Vergara. Entra 'La Rubia' en el nido. Se levanta el servicio".

Además, en el sumario también se recoge que los agentes utilizaban el sistema de escuchas 'SITEL', que a su vez geolocalizaba a los espiados, y para cuyo uso hubiera hecho falta una autorización judicial de la que carecían: "Ubicación de la persona objetivo mediante el posicionamiento global GPS del teléfono a través del sistema de interceptación global de las telecomunicaciones (SITEL) de la Policía Nacional".

De hecho, el sumario recoge cómo el 29 de septiembre de 2013 los agentes encomendados por el Ministerio de Interior para espiar a Bárcenas utilizaron el sistema SITEL con el teléfono del apodado 'El Moro' o 'El Gitano', Sergio Ríos, el que por entonces era chófer de Bárcenas: "El teléfono de 'El gitano' registra posición en las inmediaciones del hospital psiquiátrico".

Tanto el actual Ministerio del Interior como Fiscalía aseguran que además nada de esto fue comunicado a los investigadores que en ese momento instruían el caso de la fortuna oculta de Luis Bárcenas. Un despliegue de medios públicos sin autorización judicial que, pese que ha sido cifrado por la Fiscalía en 53.000 euros de pagos al chófer en cheques y comidas, realmente tuvo un coste incalculable.