La incertidumbre relacionada con el coronavirus, la alta transmisibilidad de lavariante ómicron y la carga hospitalariaderivada de esta hacen que sea prematuro pensar en tratar el COVID-19 como una enfermedad endémica, según ha destacado este martes la oficina regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

"Hay que ser muy precavidos con las predicciones sobre el futuro", ha señalado en rueda de prensa el director de la OMS para Europa, Hans Kluge, que ha insistido en que la prioridad ahora mismo es proteger a los grupos vulnerables y al personal sanitario, así como minimizar los trastornos en la economía y las escuelas.

Así, Kluge ha recordado también que el coronavirus ha sorprendido "más de una vez" y que "no es buena idea" hacer previsiones, además de destacar que el objetivo fundamental para este año es "estabilizar la pandemia".

En similar sentido se ha pronunciado la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que este mismo martes ha pedido "no olvidar que aún seguimos en una pandemia" y no ante un virus "endémico".

En rueda de prensa, el jefe de Estrategia de Vacunación de la EMA, Marco Cavaleri, aunque no ha descartado que la emergencia sanitaria pueda encaminarse hacia "la posibilidad de que el virus sea endémico" en el futuro -lo que permitiría tratar al COVID-19 de forma similar a la gripe-, ha alertado de que es aún pronto para hablar de un escenario endémico.

"Estamos viendo que estamos avanzando hacia [la posibilidad de que] el virus sea más endémico, pero creo que no podemos decir que ya hayamos llegado a ese estado, el virus aún se comporta como un virus pandémico, y la aparición de ómicron lo está demostrando", ha indicado Cavaleri.

Sánchez y 'gripalizar' el virus

Una advertencia que llega después de que el lunes el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, desvelara que su Ejecutivo está evaluando la evolución del coronavirus hacia una enfermedad endémica. "España ha respondido de una manera muy positiva a la vacunación y tenemos que responder con nuevos instrumentos", decía Sánchez, mencionando la autoprotección con la mascarilla y la cooperación institucional.

Así, Sánchez explicaba que llevan trabajando desde hace semanas y desde el punto de vista técnico en un plan para la 'gripalización' del virus. "Es un debate necesario", aseguraba el líder del Gobierno. "Se dan las "condiciones" para comenzar "con precaución" a evaluar la evolución de esta enfermedad "con parámetros diferentes", añadía.

Un plan que ha explicado en Al Rojo Vivo Pablo Linde, el periodista que ha profundizado en 'El País' sobre esta nueva metodología para vigilar el coronavirus y que se inspiraría en la que se usa también en otras enfermedades respiratorias como es el caso de la gripe. De esta forma, se dejaría de contar caso a caso y de hacer test al menor síntoma. Algo que la llegada de ómicron y su gran transmisibilidad ha evidenciado que es insostenible en el tiempo y que pone en apuros a los sistemas primarios de atención.

Según Linde, el plan consistiría en escoger un grupo de médicos de Atención Primaria o centros de salud, combinados con hospitales, de manera estratégica, para que funcionen como testigos. "Se trata de crear una muestra estadísticamente significativa y repartida en puntos clave, como se hace con las encuestas, que permite calcular cómo se expande la enfermedad, la más leve y la más grave, pero no ya mediante el conteo exhaustivo, sino con extrapolaciones", explica.