El presidente de Melilla, Eduardo de Castro, ha afirmado en su toma de posesión que un pacto con PP y Vox "habría sido un largo camino de cuatro años hacia el precipicio de la mano de la extrema derecha, blanqueando la corrupcióny traicionando a la mayoría de los melillenses".

"No quisimos. Y escogimos el cambio", ha afirmado en su primer discurso como presidente en el Salón Dorado del Palacio de la Asamblea, abarrotado de gente y ante la presencia de numerosas autoridades, entre ellas la ministra de Industria en funciones, Reyes Maroto.

Después de ser elegido presidente con el apoyo de Coalición por Melilla y PSOE, el coordinador territorial de Ciudadanos y único diputado melillense de Cs ha prometido liderar una nueva etapa sin privilegios, amiguismos ni rodillos. Y ha declarado ser consciente de que, frente a la "vía fácil" de un pacto con PP y Vox, el camino que ha elegido "será largo y tortuoso", aunque ha defendido esta opción como "la más legítima": "Hemos preferido tener esperanza, y no miedo".

El nuevo presidente ha augurado que la legislatura que se abre en la ciudad será recordada como el inicio del periodo "que desterró para siempre las malas prácticas que tanto hemos censurado".

Respaldado en su toma de posesión con la presencia del secretario general del grupo de Ciudadanos en el Congreso, Miguel Gutiérrez, De Castro ha cargado contra su antecesor, el popular Juan José Imbroda, tras 19 años en el cargo de forma ininterrumpida.

El nuevo presidente ha lamentado la ausencia de su antecesor en el acto, al que no ha asistido ninguno de los diputados del PP ni de Vox, como ya anunciaron ayer, argumentando que el líder de Cs fue elegido en fraude de ley por no haberse postulado como candidato a la presidencia.

"Su ausencia y la de todo su grupo es quizá la metáfora que mejor resume el concepto de democracia que tenemos cada uno, y el respeto que ambos le tenemos a esta Asamblea y a los ciudadanos de Melilla", ha dicho De Castro.

En su discurso, De Castro ha avanzado como objetivos de su gobierno "cambiar la degeneración por la regeneración y el miedo por la esperanza", la rigurosidad en el control del gasto y la lucha contra el fraude, y la profesionalización de todas las áreas de gobierno "anteponiendo los méritos a la ideología".