Como la propia infanta reconoce, ya sólo le queda Palma en el corazón, aunque en el corazón de Palma ya queda poco hueco para la exduquesa. "Hay que quitárselo, doy toda la razón al rey", afirma un vecino de Palma. 

Hace dos años ya decidieron en Palma dejar la rambla de los diques a secas, sin ducado, una decisión que para oposición y para PP, aún en el gobierno de la ciudad, implicaba este último paso.

"La Casa Real ha demostrado que ha sido sensible con lo que piensan la mayoría de ciudadanos y ciudadanas de nuestra ciudad", afirman en el Ayuntamiento.